21 de febrero de 2005

Conllevar

Ella gozaba del favor de su familia, vivía en las nubes, le costaba asumir que ya había pasado el tiempo que era la hora de trabajar responsablemente "como todo el mundo". Ella esperaba confiadamente, que los caminos se abrieran, las puertas y las ventanas, como el antiguo refrán "a quién Dios le quiere dar a la casa le viene a dejer" -no hay que abusar- lo sabía. Mas su confianza era tal que en vez de ganarse un reto se ganaba una sonrisa de quienes la oían. AÚN NO SABEMOS CÓMO TERMINA ESTA PARTE DE LA HISTORIA, pero al revisar antiguos anales, sus anteriores historias han terminado bien. Esperemos que esta vez no abuse.

PD: Amiga, gracias por tu preocupación y por tratar de abrir ventanas...
 
Febrero 2008 | Diseñado por anita